miércoles, 4 de agosto de 2010

Sobre el teatro



Sin pretensiones de arrogancia deseo reflexionar para el publico con escasos conocimientos sobre este asunto de los teatreros, esperando a mi vez, aprender de los nuevos valores que deben de estar muy versados y actualizados en este arte. La nueva generación de teatreros.
El teatro se desarrolla en tres niveles al mismo tiempo: Entretenimiento popular, Expresión Pública y arte para la elite intelectual.Le pregunto, ¿Usted, que nivel percibe? Tal vez se diga que el teatro ha cambiado de treinta años a la fecha, yo más bien diría que los estilos literarios están en búsqueda constante de nuevas expresiones sociales, pero eso no corresponde al actor sino al trabajo del director y a su interpretación de la obra del escritor.
El trabajo del actor seguirá siendo el mismo, pulir la piedra de su físico y su psicología para tener un instrumento mas elástico de expresión. Como critico trataré de comprender un trabajo conjuntando los tres niveles antes mencionados, sin divorciarlos.Si el espectador juzga una puesta en escena a través de los ojos del crítico, obviamente no es buen público. Mi intención es abrirle los suyos para que decidan con madurez lo que desean realmente ver y degustar y tal vez trasladar a la mesa del café.
No es obligación del director o del actor educar al público para que este valore el trabajo de ambos, pero sí es un compromiso concientizarlo para que conozca los géneros de su diversión. Ahora invito a los espectadores neófitos a que empiecen a conocer con mas amplitud el arte del teatro y por supuesto se les vea en las diferentes ?salas teatrales? de Tuxtla para que elogien a un buen director o a un trabajo histriónico, o destrocen con su reciente adquirida experiencia a los artistas mediocres y los obliguen o a abandonar su medio de expresión o a buscar su sincero compromiso con el arte.
Entre mas preparado sea el publico, mas espectadores tendrán las salas; por lo que sería interesante conseguir el compromiso de los artistas de teatro Tuxtlecos (y en este momento no me nombro ni como actor ni como director) que incluyeran en su repertorio de trabajo el educar al publico para que aprenda a valorar esta rama del arte.Y la manera podría ser, que el director antes de abrir el telón, hiciese un preámbulo sobre su puesta en escena explicando los detalles de que se compone e invitar al espectador a participar en el trabajo haciendo preguntas y aclarando inquietudes en los entre-actos. Ya que el teatro se compone de dos personalidades: El ACTOR Y EL ESPECTADOR, luego entonces ambos deben estar ampliamente preparados para complementarse en el magnifico y apasionante trabajo de una creación autentica. Recordemos que el uno sin el otro no puede ser.
El director mediocre buscará nuevos caminos desconocidos en la senda del anonimato, o en forma presurosa se preocupará por mejorar si se topara con un público con una cultura Teatral sólida, amplia y con pleno conocimiento de los medios expresivos y creativos.Nunca ha sido posible mantener un nivel de actuación valioso confiándose únicamente en el instinto del actor, que prácticamente seria un accidente de la actuación. La gran mayoría de los directores tienden a dirigir al artista, esperanzados en que de un momento a otro les llegue la inspiración y ésta se mantenga durante toda la obra incluyendo los entre-actos y las veces que el actor está tras bambalinas, por supuesto que eso es imposible y malacostumbra al actor a tomar una serie de hábitos y modales que reemplazan su trabajo autentico y creativo: el cliché. Para mi entender, un grupo de teatro debe conformarse a través de un laboratorio de investigación y de formación. De trabajo constante sobre la diferente fenomenología de las pasiones y los sentimientos del hombre, asimilando dice Chejov- las técnicas necesarias de expresión tanto físicas como sicológicas.
El actor debe conocer qué botones oprimir para que de acuerdo al matiz de su personaje, la emoción fluya apoyada en la sensibilidad, la creatividad y la imaginación, para que de esa manera, la profundidad y fidelidad de su interpretación creen un presente escénico enriquecido y sobre todo, sincero. Obviamente, en otros géneros del teatro deberá el actor conservar el profesionalismo de sentir la actuación como el arte del conocimiento de sus emociones, y la capacidad de proyectarla en el escenario a través de un personaje. (Las necesidades socioculturales e intelectuales pertenecen al guión y las proyectará el escritor), no es trabajo del actor, lo dije antes.Así se trabaje sobre teatro japonés, a Bretch con su teatro de distanciamiento, a Pío Baroja con su comedia del arte, a Shakespeare, a Carballido o a Triana. En gustos de director se rompen géneros.
A pesar de haber interpretado a Bretch como actor, sigo prefiriendo a Carballido, o aunque trabaje sobre un teatro pobre, según Grotovky, -permítanme quitarme el sombrero- la riqueza de mi preparación debe matizar el escenario. A pesar de que hay búsqueda constante en el arte representativo, para mi gusto el teatro debe mostrarse a través de la representación, no de la presentación y lograr en el espectador la identificación. No de tomar juicios por medio del análisis con ausencia total de la emoción o una emoción severamente reducida para evitar el bloqueo de análisis intelectual. Sino de la comprensión total, y la comprensión también puede llegar después, cuando el intelecto disecciona, cerrado el telón, cada fracción de la obra teatral. El teatro narrativo tiene su razón de ser enmarcándolo en uno de los géneros, pero este no sustituirá ni le restará importancia al teatro realista tradicional que en forma acertada Jean Baptista Poquelín Moliereen su sentido costumbrista, (aunque sus cimientos fueran conformados por la comedia del arte) le soltó el bozal al corcel, dando un certero tajo al traspunte cuando eliminó el prólogo y el epílogo de una representación.
El teatro es comunicación y comprensión, y esta únicamente se consigue por medio de la identificación, cuando el sutil e imperceptible velo que existe entre el espectador y el personaje logra desaparecer, aunque ésta se consiga en pequeñísimas fracciones de tiempo, y talvez no importe que Ionesco asevere que la ridícula y fútil existencia humana es incapaz de comunicarse unos con otros, enmarcados en un mundo totalmente impredecible. Aseveración totalmente absurda, por supuesto viniendo de Ionesco, y sobre todo conociendo la riqueza de su obra teatral.
Pero volviendo a nuestras cuitas de la actuación, estarán Uds. de acuerdo conmigo de que nos encontramos por el camino a artistas, me refiero al actor que su razón de ser es la actuación (y separo de mi juicio al actor eventual y al aprendiz) que únicamente se han maquillado con pincelazos ligeros de pasajes memorizados sobre las artes, normas de actuación o de belleza, sueños de manos cansadas de tanto firmar autógrafos, ideas preconcebidas en el árbol frondoso y prolífero de su experiencia, pobres conocimientos de otros artistas del viejo tiempo o del presente, para que en el fondo sigan siendo egoístas, vanidosos, sensuales y exhibicionistas, -espero no herir susceptibilidades-.
Y consecuentemente, al pisar un escenario, se olvidan de que para dejar de ser un Cómico de la legua (lo digo en su sentido despectivo), -cuanto trabajo ha costado quitarle al actor esta aseveración despectiva nacida en las viejas culturas- , es necesario ver al teatro no como una forma mas de narrativa ni como una rama de la literatura, sino como un arte en donde existe una preocupación real por los aspectos variados de la producción escénica.Para mi entender, el verdadero artista debe ser intérprete creativo e investigador incansable de la fenomenología del espíritu, que es la verdadera fuente de inspiración y de belleza. El actor que dedica su vida a la actuación, debe estar siempre comprometido con su publico y procurar lograr una representación y no dije presentación- lo mas artística de su papel, conciente siempre de que entre el publico habrá alguien que valore los diferentes cortes de su preparación, y aunque no fuera así, el actor debe complementar con su trabajo de investigador una riqueza cultural apoyada en su preocupación de compromiso al arte y no al exhibicionismo. Sabemos que existen los malos interpretes en el teatro, talvez yo pudiera ser uno de ellos, pero el compromiso de trabajo incesante tras bambalinas, en la antesala de la primera llamada debe ser ardua y valerosa, sacrificada y constante.Ese es el trabajo del actor de teatro.

3 comentarios:

  1. Chapeau, es que no puedo decir nada más, porque está todo perfectamente dicho.
    Sábes que pienso igual que tú.
    A mi lo que me da mucha rabia, es que haya también actores que como tu dices, solo quieren mostrarse y salir en escena, les da igual que su obra se entienda, o se critique, solo les importa ellos mismos.
    Ante todo un actor nunca tiene que ser egoísta.Estoy harta de tantos egolatras en teatro.

    Un besito Nanito, ainssss (L)
    Siiiii que estas perdido, que quiero verte, leche xD Te kieee (L)

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  2. En realidad trini, si que pienso así, pero este articulo ya estaba escrito, no ha sido escrito por mí.

    Aún así expresa todo lo que siento y pienso con respecto al teatro.

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  3. Actualiza yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa xD

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